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Ceremonia religiosa en memória de fallecidos en San Cristóbal
mayo 7
Una reunión en honor a los seres queridos perdidos
El Polideportivo de Haina se transformó en un espacio de significado profundo, recordatorio y esperanza en el día de ayer. Miles de individuos celebraron un servicio solemne en memória de los 52 difuntos provenientes de San Cristóbal, principalmente de Haina, quienes perdieron la vida en la tragedia acontecida la madrugada del 8, en la discoteca Jet Set, en Santo Domingo.
Las imágenes de las víctimas se proyectaban en pantallas mientras las personas entraban al recinto con cintas negras en sus pechos y una rosa blanca entre sus dedos. Las melodías cantadas por Yajaira Castro y Adonai Fabal creaban un ambiente conmovedor, mientras los allegados depositaban flores frente al escenario.
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Las palmas en manos de muchos recordaban que era el Domingo de Ramos, una jornada de fe que coincidió esta vez con una de las catástrofes más impactantes para la nación.
La ceremonia, coordinada por la Gobernación de San Cristóbal y el Ayuntamiento de Haina, fue inaugurada por Miosotis Castillo, con la presencia del presidente Luis Abinader, la primera dama Raquel Arbaje, la vicepresidenta Raquel Peña y el miembro del Salón de la Fama de Cooperstown David Ortiz.
El eco de aquellos que siguen aquí
En medio de numerosos relatos estremecedores, resalta la história de Grey Mary y Mary Grey Polen Vásquez, gemelas e hijas de Juana Isidra Vásquez, una de las 17 personas pertenecientes al grupo de la tercera edad “Los Haineros Dorados”, quienes perdieron la vida aquella fatídica madrugada. Con voz entrecortada, denunciaron la presencia de policías nacionales que, al llegar al lugar del derrumbe, “salian con cadenas de oro”, mientras que fueron los militares quienes restablecieron el orden y detuvieron a dos individuos por saqueo.
“Mi madre irradiaba alegría, era pura vida”, expresó Grey Mary. “Estábamos allí antes que nadie. Mi madre fue una de las últimas en ser identificada; lo logramos a través de un tatuaje en su tobillo derecho, ya que no tenía cara”, confesó con lágrimas en los ojos.